Luis de Blas nos vuelve a emocionar con sus sonetos personales
Publicado 2019-08-26
SONETOS PERSONALES
En agradecimiento al Hospital Príncipe de Asturias y, en especial,
a todo el personal del Servicio de Cirugía General
I
Mal día, en que uno advierte en carne propia
la sombra cruel de un rastro clandestino
amenazante por el intestino
al predecir de la colonoscopia.
Un pólipo invasor —que el mal acopia—
trazó infernal su trágico destino;
mas pronto el bisturí cerró el camino
raudo, certero, por laparoscopia.
Hoy, buen día en dar vivas a la vida
después de todo, tras curar mi herida
benditas manos blancas, a conciencia.
Día feliz, gozoso en florecer
mi gratitud al clínico quehacer
con tanta humanidad y plena ciencia.
II
Hojeando el calendario hago recuento
del pasado paisaje recorrido
desde el doliente ayer al hoy sabido
alegre despertar del sentimiento.
Contuve en el quirófano el aliento
al diestro pulso cirujano habido
y fui, después, paciente conmovido
al ser de amor mi impar medicamento.
Del beso y la fragancia de la rosa
presencia fue del hijo y de la esposa
rodeando mi cama noche y día.
Así hasta la hora del adiós, sencillo,
corriendo con el alta en el bolsillo
por la planta de excelsa Cirugía.
y III
Mirando al horizonte veo, ahora,
una luz que amanece de esperanza,
cegándome su brillo cuando alcanza
la dimensión de celestial aurora.
Atrás quedó el negror que en mala hora
tupido velo fuera y destemplanza
acompañándome en la malandanza
como hombre a la deriva sin demora.
Por mi alma queda el poso de un mal sueño
al regresar a mi ámbito hogareño
e ilusionado vuelvo a ser lo que era.
Llevando en el recuerdo bien presente
el don hospitalario y de su gente
de abnegado servicio por bandera.
Alcalá de Henares, agosto de 2019
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