Luis de Blas nos ofrece unos bellos sonetos de "andar por casa"
Publicado 2018-07-25
SONETOS DE ANDAR POR CASA
EL SALÓN COMEDOR
Pieza solemne con su llave de oro
que ha de abrir sólo al aire del festejo,
donde un trasto cualquiera, nuevo o viejo,
su sitio encuentra al borde del aforo.
Gozosa plaza al amistoso foro,
recinto en paz del familiar gracejo,
museo, escaparate de lo añejo
o rincón de novísimo decoro.
Espacio para echarse a tiempo un vaso
del vino recio que enamora, acaso
por celebrar la vida y la esperanza
Con el pan y la sal como armonía,
donde rima en su atril la poesía
y aflora en la amplia mesa la pitanza.
LA SALITA
Escasa la ración de aire habitado
su mundo encierra en diminuta talla
y nada sobra aquí ni en falta se halla
si, por gusto, echas cuentas de su estado.
Está así el corazón acostumbrado
a estas cuatro paredes donde calla
si alguna pena dentro le avasalla
de su breve rectángulo o cuadrado.
Los libros, ya sin orden ni concierto,
dan fe por los estantes de ese incierto
viaje a prestar su ciencia más sencilla.
Y sin remedio luce, diariamente,
la tele en pie de guerra, justo enfrente
del poeta en la mesa de camilla.
EN LA COCINA
Lugar para la mística hogareña
del cocer y el freír, fragua del guiso
y estancia inigualable de mi piso
que tiene el paladar por santo y seña.
Del cazo a la sartén, si dueño o dueña,
sazonado estará, en sabor preciso,
y al punto ese manjar del paraíso
que el corazón gastrónomo diseña.
De adobos y aderezos se perfuma
cuando entre sus dominios se consuma
la delicia de un postre o de un asado.
Fogón que la costumbre necesita
para hacer del yantar gloria bendita
con paciencia y amor elaborado.
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