Luis de Blas rescata un fragmento de una de sus obras premiadas
Publicado 2017-05-21
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PENÚLTIMAS PALABRAS
* (Fragmento)
Escuchad mi salmodia, socios, deudos,
ahora que la noche se despierta
y navego entre luces del crepúsculo
que borran el fulgor de las estrellas,
para vivir al día la esperanza
de ser hombre creyendo en lo que sueña
por las vides remotas y las uvas
madurando entre pámpanos de niebla.
Palabras que amanecen a su tiempo,
con memoria, palabras llevaderas
con la yunta que al viento roturando
surca la actualidad, labra y encierra
en ese reservado territorio
a la altura del fondo de la gleba
donde crece el tubérculo y el tallo
del lirio desafía a la cardencha
o, allí, donde emboscado en su veneno
el reptil disimula su presencia.
***
Escuchad el rumor del oleaje
permanente de mi vasta prédica:
el paso de quien viaja hacia el olvido
y la emoción del que a vivir se aferra;
el ruido sordo que despierta el miedo
por la calle que está bajo sospecha;
la densidad del grito en la almohada
y el chirriar de cerrojos en las celdas;
mar adentro, en la oscura travesía
huyendo de la hambruna en mil pateras
o los ladridos que al espanto mueven
al ser que corre como un alma en pena.
Pero ¿dónde el Amor, la sinfonía
universal que escribe e interpreta?
***
Se oyen baladas, van de boca en boca
como los besos que furtivos sellan
la pasión de los cuerpos poseídos
en el marco de un lecho de promesas
cabe el andén nocturno susurrante
dichosos para un vuelo sin fronteras.
O ¿quién llamando está con los nudillos
del corazón y no le abren la puerta?
Sólo mudez, silencio a la deriva,
esperando el ardor de la respuesta
que tras los muros se alce presurosa
cuando brilla la nieve de la ausencia
y sólo ya es estremecido amante
al encuentro final de una entelequia.
***
La paz, la paz, la paz, deudos, amigos,
la paz entre nosotros siempre sea
en esta terminal de las palabras
donde la voz con su salmodia llega
abriendo ventanales al amor
mientras al odio la muralla cierra
y es palabra de honor mi grave plática
con el verso asonante, tal la regla,
en arte y gracia del endecasílabo,
oficiando de anónimo poeta.
*Primer premio del I Certamen de Poesía
“Leopoldo de Luis” Madrid, 2009
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